DILE ADIÓS AL ESTRÉS ...

El estrés hace que nuestra piel se vuelva más sensible y reaccione ante cualquier factor externo de una forma más evidente. Una piel estresada, además de lucir apagada y deshidratada, tiende a acentuar más sus defectos y provocar que se acentúen las posibles lesiones cutáneas que podamos tener. Por ejemplo, una persona con dermatitis, psoriasis, acné, etc, se verá más afectada en las épocas en las que sufra mayor estrés.

 

No podemos eliminar el estrés, pero si podemos controlarlo y paliar sus efectos llevando una vida más tranquila, cuidándonos y controlando las horas de sueño para recuperar nuestro ritmo diario.